Cultiva tus propios aguacates

Cultiva tus propios aguacates

3 sencillos pasos

El aguacate, originario de América del Sur, crece en zonas cálidas y húmedas. En Europa, el cultivo suele ser difícil, pero no del todo imposible si prestas atención a algunos pasos básicos.

Paso 1: la preparación del hueso

Todo lo que necesitas para cultivar tu propia planta de aguacate es un hueso de aguacate y un vaso de agua parcialmente lleno o una maceta con tierra. Limpia el hueso de aguacate, corta la cáscara a lo largo con un cuchillo afilado o retírala por completo para facilitar la germinación.

Para favorecer la germinación de manera óptima, puedes envolver el hueso en un paño húmedo y colocarlo en una bolsa de plástico. Cierra después la bolsa herméticamente y colócala en un lugar cálido a unos 25 °C. Comprueba periódicamente si el paño aún está húmedo y si ya se han formado raíces. Si miden unos centímetros de largo, puedes sacar el hueso de la bolsa y colocarlo en un vaso de agua o en una maceta llena de tierra.

Cuando crezca en tierra, coloca el hueso de aguacate con la punta hacia arriba aproximadamente a un tercio del espacio hacia abajo en el sustrato. De esta manera, tanto la plántula como las raíces pueden desarrollarse bien. Elige una maceta con un orificio de drenaje para que el exceso de agua de riego pueda drenar y evitar que la raíz se pudra.

Si cultivas el hueso de aguacate en un vaso de agua, puedes usar un práctico plato de germinación o una construcción de bricolaje con palillos de dientes. El plato de germinación tiene la ventaja de que cubre el vaso para que el agua que contiene no se evapore tan rápido.

Con el método del palillo, debes insertar tres palillos con cuidado en el tercio superior del hueso. Los palillos actúan como soporte, de modo que la semilla solo se cubre con agua hasta el tercio inferior. Alternativamente, también se puede utilizar un vaso con un diámetro en el que la semilla esté automáticamente en la posición correcta.

Paso 2: El cuidado adecuado

Coloca ahora la semilla en un lugar cálido y oscuro. Cuando lo cultives en el suelo, debes asegurarte de mantener el suelo húmedo en todo momento, evitando el encharcamiento que puede provocar el crecimiento de moho.

Cuando el cultivo se realiza en un vaso de agua, se debe cambiar el agua aproximadamente cada tres días y añadir un abono bio líquido para que la planta reciba siempre los nutrientes necesarios. Después de aproximadamente un mes, se formarán las primeras raíces. El hueso de aguacate se abre y deja emerger el brote.

Cuando la plántula haya alcanzado una altura de unos 15 cm, puedes pasarla del vaso de agua a una maceta con tierra. En este caso solo se deben cubrir con tierra las raíces, dejando el hueso y la plántula libres.

Paso 3: la ubicación

Tu planta necesita un lugar cálido, luminoso (pero no soleado) sin corrientes de aire. Si las hojas se vuelven rojas, significa que la planta ha recibido demasiado sol. En primavera y verano, puedes colocar tu planta de aguacate en un lugar protegido al aire libre. Sin embargo, recuerda que a la planta no le gustan las temperaturas por debajo de los 15 °C.

Riega la planta con una pequeña cantidad de agua a temperatura ambiente todos los días para evitar el encharcamiento. Dado que las plantas normalmente crecen en climas tropicales húmedos, deben pulverizarse una vez al día.

¡Y ahora solo tienes que tener paciencia, porque se necesitan al menos diez años para los primeros frutos!